Nueve días después del inicio del incendio en La Gomera, 4.123 hectáreas, alrededor del 11 por ciento de la superficie de la isla, se han visto afectadas por las llamas, que además han obligado al desalojo preventivo de más de 5.000 personas, una cuarta parte de la población.
De la superficie afectada, unas 750 hectáreas corresponden al Parque Nacional de Garajonay, el 25 por ciento de su extensión, y allí se ha quemado masa forestal que hacía un siglo que no ardía.
De madrugada, más de 900 personas fueron evacuadas en dos barcos desde Valle Gran Rey a San Sebastián de La Gomera, la capital de la isla, al quedar aislados por tierra después de que las llamas bajaran con rapidez por el barranco y quemaran a su paso treinta viviendas.
Por la mañana, el frente norte del incendio sobrepasó la dorsal de la isla y comenzó un lento descenso por el barranco que lleva al pueblo de Vallehermoso, cuyos 2.500 vecinos fueron desalojados en autobuses (guaguas) hacia San Sebastián como medida preventiva, aunque el frente aún queda lejos de la localidad.
Además de Vallehermoso, continúan evacuadas las zonas de Chipude, Manantiales y alrededores (850 personas); El Cercado (200 personas); Arure y Las Hayas (450); Banda de Las Rosas (250); zona alta de Valle Gran Rey (900) y Taguluche (35).
«Las condiciones meteorológicas son favorables para una propagación rápida de las llamas y son muy malas para su extinción», advirtió el jefe de servicio de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Humberto Gutiérrez, quien descartó un control del incendio a corto plazo.
Los técnicos calculan que si se mantuvieran las condiciones meteorológicas, con temperaturas de entre 30 y 38 grados y humedad en torno al 12 por ciento, las llamas alcanzarían Vallehermoso en dos días.
Pero se espera que a partir de esta noche empiece a remitir la ola de calor y a soplar el alisio, lo que ayudaría al control de las llamas.
En el frente de Vallehermoso se concentran todos los medios aéreos disponibles, un total de siete helicópteros y cuatro hidroaviones, y se espera que un quinto que vuela desde la península se incorpore mañana.
El problema en esa zona de los altos de Vallehermoso es que los medios terrestres no pueden acceder debido a la difícil orografía y a la potencia del fuego, de manera que aunque desde el aire se consigue bajar la llama no hay brigadas sobre el terreno para rematar la actuación.
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, consideró que los medios que se han dispuesto para luchar contra el fuego son los necesarios, e insistió en que lo primero es la seguridad de las personas.
Pidió a los gomeros que sigan demostrando el comportamiento ejemplar que han tenido y faciliten la labor de las autoridades a la hora de los desalojos, cuya finalidad es que no se pongan en riesgo vidas humanas.
«El daño que se produzca en la naturaleza es recuperable, la pérdida de una vida humana no lo es», dijo Rivero.
No obstante, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha insistido en la necesidad de que se aporten más hidroaviones y más helicópteros tipo Kamov, porque sólo con los medios aéreos se conseguirá frenar el fuego.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha respondió a las quejas sobre el tiempo que ha tardado el Estado en movilizar hidroaviones que, en ocasiones, se han pedido a última hora de la noche.
El 25 por ciento de los hidroaviones de gran capacidad con que cuenta el Estado se encuentran en estos momentos en Canarias, según el ministro.
La buena noticia llegó desde el norte de Tenerife, en donde el incendio forestal que se declaró el viernes por la noche ha quedado prácticamente estabilizado, lo que ha permitido rebajar el nivel de emergencia y que la dirección de las labores de extinción pasarán de nuevo del Gobierno de Canarias al Cabildo de la isla.
El incendio de Tenerife ha afectado a 269 hectáreas y los 255 vecinos que aún siguen desalojados podrán volver a sus casas en las próximas horas