Incendios clónicos. Apenas nueve días después de que un fuego quemara ocho hectáreas junto a la urbanización de Son Vida, otra vez las llamas volvieron a la misma zona. De hecho, el siniestro que se desencadenó ayer en torno a las cuatro y media de la tarde se inició a escasos veinte metros del de hace dos semanas, ambos en la calle Binicaubell.
El fuego de ayer fue controlado en torno a las ocho de la tarde por efectivos de los Bombers de Palma y del Ibanat. El incendio arrancó en una zona muy cercana a la carretera, al igual que el anterior, lo que alimenta muchas sospechas entre los servicios de extinción de que pudiera ser intencionado.
En la extinción del incendio intervinieron cuatro autobombas de los Bombers de Palma que también desplazaron un camión, cuatro camiones cisterna de Emaya para abastecerles de agua; un helicóptero, dos hidroaviones y una cuadrilla del Ibanat.
Desde el primer momento se hizo un ataque rápido del fuego para evitar que se extendiera. Finalmente afectó a un perímetro de unas seis hectáreas de pinar. Sin embargo, las llamas afectaron solo al sotobosque y no llegaron a alcanzar las copas de los árboles. Otro de los elementos que permitió que se controlara con rapidez la propagación de las llamas fue un cortafuegos que permitió limitar el alcance del incendio.
Al lugar de los hechos se desplazaron la delegada del gobierno, Teresa Palmer, y el concejal de Seguretat del Ajuntament de Palma, Guillem Navarro.
El de ayer es el cuarto incendio forestal que se declara en la zona de Na Burguesa en lo que va de 2012 después del de hace dos semanas y otros dos en abril y julio que afectaron ambos a un terreno muy reducido.