Bomberos, policías y guardias civiles participaron en la madrugada de ayer en un laborioso rescate de una mujer que cayó por un precipicio en Sant Elm (Algar). Milagrosamente, la víctima no impactó contra el mar y las rocas porque unos arbustos le sirvieron de colchón.
Pasadas las tres y media de la madrugada, los equipos de emergencia fueron movilizados por lo que en un primer momento parecía que era una caída de una mujer en un torrente. Poco después, se modificó la alerta y se confirmó que se trataba de una francesa de 40 años que había caído desde la terraza de una casa de la zona de s'Algar, en Sant Elm.
En efecto, cuando los funcionarios llegaron la mujer se había despeñado, pero afortunadamente para ella los arbustos habían amortiguado la caída. El principal problema consistía en que el terreno no era demasiado seguro y los bomberos temían que si varios efectivos participaban en la bajada, todo aquel tramo se viniera abajo.
Complicado
Así las cosas, una vez confirmado que la señora se encontraba en buen estado, la prioridad de los bomberos fue asegurar la zona y evitar nuevas complicaciones. Algunos de ellos descendieron ayudados por un sistema de cuerdas y luego fueron izados con la señora francesa, a la que colocaron un arnés a través del cuerpo para asegurar su rescate.
Suerte
Un bomberos explicó a este diario que la mujer «ha tenido muchísima suerte, porque las plantas y arbustos de las rocas le han ido parando la caída y han impedido que se estrellara contra las rocas o cayera al agua, donde se podría haber ahogado».
La mujer, cuya identidad no ha trascendido, se encontraba en buen estado y sobre las cinco de la mañana, ya rescatada, no fue necesario evacuarla a ningún centro hospitalario. Todo parece indicar que se madrugada salió de la casa y se asomó a la terraza, desde donde cayó por causas desconocidas. La Guardia Civil realizó un informe sobre lo ocurrido.