La investigación del tiroteo ocurrido en Denver en la madrugada del jueves al viernes empieza a arrojar datos sobre algunas de las doce víctimas mortales.
Había transcurrido aproximadamente media hora de la madrugada del jueves al viernes cuando el sospechoso, James Holmes, de 24 años, accedió por una puerta trasera del cine «Century 16» de Aurora, en las afueras de Denver, con dos revólveres, un rifle de asalto y una escopeta.
La sala estaba repleta de personas que asistían al estreno de la última secuela de Batman en la sesión de la medianoche en la sala 9.
Máscara
Holmes, pertrechado con máscara de gas y chaleco antibalas, entró por la parte trasera del cine y sin mediar palabra lanzó bombas de gas lacrimógeno, que llevó a pensar a algunos testigos que se trataba de parte del espectáculo.
En una atmósfera irrespirable y de caos, el atacante comenzó a disparar indiscriminadamente a la multitud, sin mediar palabra, con el resultado de doce personas muertas y 58 heridas.
Matt McQuinn, un joven de unos 25 años, se abalanzó sobre su novia, que sobrevivió, y al protegerla falleció en una de las rondas de disparos que descerrajó el atacante, pertrechado con un equipo más propio de las fuerzas especiales.
Alex Sullivan celebraba su vigésimo séptimo cumpleaños aquella noche y decidió hacerlo asistiendo al estreno de la película, que comenzaba a medianoche. Este domingo, Sullivan cumplía su primer aniversario de boda.
Víctimas
Otras víctimas del tiroteo fueron Micayla Medek, de 23 años, y Jessica Ghawi, de 24, periodista que se había mudado a Denver y había acudido con un amigo a ver la película.
Entre las víctimas también se encuentran militares, aunque por el momento todas las identidades no han sido confirmadas, ya que primero quieren notificar a las familias.
John Larimer, técnico de la Fuerza Naval estadounidense de 27 años, es otro de los fallecidos.
Una portavoz del departamento de policía de Aurora, localidad cercana a Denver donde se encuentra el apartamento y donde se produjo el tiroteo, dijo ayer que debido al complejo sistema de cables y explosivos que James Holmes colocó en la vivienda podría procederse a «una detonación controlada».
La agente no quiso detallar cuándo podría tomarse esta medida extrema, aunque aseguró que los agentes intentarían acceder al apartamento «muy pronto» para obtener más información y posibles pruebas.