La ola de incendios que asolaron ayer la Isla tuvo también su repercusión en la actividad del aeropuerto de Palma ya que, por motivos de seguridad, AENA Aeropuertos se vio obligada a replanificar toda la programación de vuelos a partir de las 18.00 horas, en concreto los de llegada, afectando a cerca de un centenar de movimientos de aeronaves y a unos 17.000 pasajeros.
Esta decisión de AENA Aeropuertos, que se adopta siempre que cualquier tipo de siniestro puede poner en peligro la seguridad aeroportuaria, repercutió en todos los vuelos de llegada desde la Península y Europa.
Vuelos
Fuentes del Govern cifraron ayer en unos 86 vuelos los que tuvieron retrasos medios de unos treinta minutos, aunque a medida que fueron pasando las horas se fueron incrementando, lógicamente, los minutos de retraso.
Para evitar el impacto del humo, el aeropuerto se vio obligado a cerrar una cabecera de la pista norte, canalizándose todo el tráfico hacia la pista sur, la situada más próxima a Can Pastilla, con el fin de evitar cualquier tipo de distorsión en la programación de las compañías aéreas.
Los vuelos que no se vieron afectado fueron los de salida. La normalidad en el aeropuerto volvió a última hora de la noche, aunque no se descarta que AENA Aeropuertos, por motivos de seguridad, mantenga, en caso de recrudecerse los incendios, la misma medida a lo largo del día de hoy.
El aeropuerto de Palma, según sus previsiones, espera durante este miércoles un movimiento de 683 aeronaves, que supone un tráfico de 114.195 pasajeros.