Un joven de 28 años de edad fue detenido en la madrugada de ayer tras circular a gran velocidad con un coche, invadir el carril contrario y chocar finalmente contra un taxi. La otra conductora resultó herida y el pasajero, afortunadamente ileso.
Minutos antes de las cinco de la madrugada, el radar de la Policía Local detectó a un vehículo de marca Honda Civic que circulaba por el Paseo Marítimo de Palma en dirección al aeropuerto de Son Sant Joan a gran velocidad, casi 100 kilómetros por hora.
Poco después, un vehículo de idénticas características enfiló a gran velocidad la calle Cardenal Rosell, la avenida principal del Coll den Rabassa. En un momento dado, el conductor perdió el control, invadió el carril contrario y se estrelló contra una taxi de la marca Seat. La colisión frontal fue muy violenta, pero milagrosamente el choque se saldó sobre todo con daños materiales y heridas de escasa consideración. El taxi lo conducía una mujer, que resultó policontusionada. El pasajero que llevaba salió ileso del accidente.
Algunos testigos alertaron a la Policía Local de que el conductor del Honda se intentaba alejar del lugar del siniestro, pero fue interceptado allí mismo.
Bebido
El joven aseguró que era abogado, según informó la policía, y fue sometido a la prueba de alcoholemia. El resultado triplicó la tasa máxima permitida por la Ley. El conductor fue trasladado a los calabozos del cuartel de San Fernando, mientras los equipos sanitarios atendían a la taxista.
Por otra parte, durante la madrugada de ayer las policías locales de los municipios del Norte de la Isla se coordinaron para llevar a cabo controles de alcoholemia y de seguridad del tráfico en diferentes carreteras y tramos próximos a zonas de ocio nocturno. El mensaje que se quería dar es que un conductor ebrio puede escapar de Alcúdia, por ejemplo, pero ser cazado en Pollença poco después.