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Caso Bretón

Sin resultado la segunda jornada de los arqueólogos en busca de Ruth y José

José Breton (d) padre de los dos menores de 2 y 6 años desaparecidos el pasado 8 de octubre en Córdoba, en el interior de la finca "Las Quemadillas" donde hoy, martes 3 de julio de 2012, han continuado los trabajos de búsqueda de los niños. | Efe

| Córdoba |

Las labores de búsqueda de pistas sobre el paradero de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en Córdoba hace casi nueve meses, han concluido este martes sin resultado en las parcelas de la finca de los abuelos paternos en Las Quemadillas.

Ha sido la segunda jornada en la que han participado de forma exclusiva los arqueólogos, tras emplearse el georradar, como en otras fases del caso, y tras haber trabajado sobre el terreno los geólogos de distintas universidades de España.

La previsión es que las labores, que este martes han consistido, como ayer, en excavar varias fosas en distintos puntos de la finca con apoyo de una excavadora, se prolonguen hasta final de esta semana y en los puntos que ya marcó el georradar, aunque hasta ahora no se han hallado «indicios de nada», según ha informado el letrado Baldomero Sánchez de Puerta, que forma parte de la defensa del padre de los niños desaparecidos el pasado 8 de octubre, José Bretón, único imputado en esta causa e ingresado en prisión por ello desde finales del pasado año.

Las prospecciones en los terrenos con el georradar han finalizado, así como la labor de los geólogos, mientras que ahora continuarán trabajando los arqueólogos hasta el próximo viernes, sin que hasta ahora el dispositivo facilite resultados y pruebas.

Hace tres semanas el operativo extrajo de los terrenos gran cantidad de tierra y arrancó árboles, al tiempo que se ha fotografiado la zona con un helicóptero de la Policía Nacional con una cámara térmica.

Entre otras labores, los expertos de las universidades de Huelva y Córdoba y la Politécnica de Madrid han sido requeridos para realizar termografías para lo que se han servido del helicóptero con el objetivo de detectar anomalías del subsuelo por las diferencias de temperatura de los elementos, como tuberías o enterramientos.

PROBABILIDADES DE ENCONTRARLOS
No obstante, según el responsable de la empresa del georradar, Luis Alvial, «hay un 99 por ciento de probabilidades de que los niños no estén en ninguna de las dos viviendas». Y respecto a la zona del huerto, «el porcentaje de no encontrar nada es del 95 por ciento». A ello se une la opinión del abogado de la defensa, José María Sánchez de Puerta, quien sostiene que «si después de esta búsqueda no se obtienen resultados, solo se demuestra que los niños no están aquí y perfectamente pudieron llegar al Parque Cruz Conde», donde el padre afirma que los perdió.

Los trabajos de hace dos semanas se efectuaron con el uso de maquinaria pesada, como máquinas excavadoras y otros medios sofisticados, y en todo momento con la presencia del padre de los niños, quien también estuvo en el registro de la casa de dos plantas, y concluyeron sin resultados.

Aparte de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), participaron en el dispositivo miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de Policía, especializado en detectar zulos, entre otras materias; especialistas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba (UCO), y operarios del Ayuntamiento de Córdoba.

EL PLAN IDEADO POR BRETÓN
Cabe destacar que, según recoge el auto de procesamiento, el progenitor llegó a las 13,46 horas a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, a juicio del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.

En el último auto, el juez José Luis Rodríguez Lainz relata que «si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total».
En cualquier caso, en dicha parcela ya se ha rastreado en numerosas ocasiones, en algunas de ellas se llegaron a tirar tabiques del interior, e igualmente se ha buscado en los alrededores de la finca. Aún así, la opción de la parcela y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, según razona el togado en su escrito.

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