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El juez envía a prisión a los once detenidos del clan ‘Kung Fu', desmantelado en Son Banya

Uno de los detenidos, a su llegada a la Audiencia Nacional. | P. Pellicer

| Palma de Mallorca |

Pleno total. A primera hora de ayer, el Cuerpo Nacional de Policía presentó ante el juez de guardia a los once integrantes del clan Kung Fu, desmantelado en Son Banya, y cinco horas más tarde, el magistrado dictaba prisión incondicional sin fianza para todos ellos.

Al parecer, la declaración de varios testigos protegidos que afirmaron que compraron la droga a los arrestados y alguna confesión realizada en dependencias policiales resultaron determinantes para el que juez sustituto del Juzgado de Instrucción Número 2 de Palma ordenase el ingreso del grupo de narcos en el Centro Penitenciario de Palma.

En la operación, iniciada el pasado jueves, se procedió a la detención de once personas y los agentes se incautaron de 300 papelinas de heroína brown sugar –de gran pureza-, 4.500 euros en efectivo y dos armas de fuego.

Los agentes del Grupo de Estupefacientes intensificaron sus investigaciones sobre el clan Kung Fu tras varias muertes relacionadas con el consumo de estupefacientes ocurridas en los últimos meses en Palma. De hecho, la policía lo vincula a la muerte de 12 personas.

En los últimos meses se habían ido produciendo fallecimientos por sobredosis de heroína en el poblado de Son Banya o en las inmediaciones. A raíz de ello, la policía inició una exhaustiva investigación. Los datos con que contaban los policías indicaban que la heroína había sido adquirida en Son Banya, y que ésta había sido presuntamente distribuida por el clan Kung Fu. Al frente de este grupo estarían el llamado Juan José A.T, de 35 años, y su mujer, Manuela C.C., de 40 años, ambos arrestados.

Se intervinieron además algunos documentos con anotaciones de cantidades de dinero. En uno de los puntos registrados del poblado de Son Banya se decomisaron también gran cantidad de jeringuillas sin usar que eran facilitadas a los toxicómanos para consumir su dosis en el lugar y evitar que pudiera ser intervenida en un eventual control policial a la salida del poblado.

El juzgado estuvo blindado por agentes de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) y no se produjo ningún tipo de incidente.

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