Dos naves industriales del polígono de Inca resultaron devastadas por las llamas en un incendio que se inició en la noche del viernes y no fue controlado hasta ya avanzada la madrugada de ayer. En uno de los almacenes se perdieron 35.000 cinturones de piel.
Pasadas las once de la noche, los bomberos de Mallorca fueron informados de que se habían avistado una llamaradas en el polígono de Inca. Cuando las primeras patrullas llegaron, en efecto, una nave de productos de piel y marroquinería ardía en su parte trasera y el fuego se acercaba peligrosamente a otro negocio colindante, Pinturas García.
Dada la magnitud del siniestro, los bomberos enviaron hasta el polígono dotaciones de los parques de Inca, Sóller, Alcúdia y Llucmajor. La Guardia Civil y la Policía Local también desplegaron efectivos en la zona y las tareas de extinción se prolongaron toda la noche.
Combustión
El principal problema consistió en que en la empresa de productos de piel, explotada por José Ángel Repiso, había una gran cantidad de efectos altamente combustibles.
Cerca de 35.000 cinturones ardieron y bolsos y otros artículos también fueron pasto de las llamas o quedaron arruinados por el denso humo. En el recinto de las pinturas los daños no fueron tan colosales, pero una parte de la nave, la que colinda con la calcinada, sí que las paredes se retorcieron y las planchas de hierro cedieron por las altísimas temperaturas.
El rápido despliegue de los bomberos impidió que miles de de pinturas almacenados ardieran, con lo que se evitó un desastre aún mayor. Otros vecinos del polígono, como los de un concesionario de coches, tuvieron que acudir de madrugada para retirar los turismos y ponerlos a salvo.
Finalmente, a eso de las cinco menos cuarto de la madrugada, la situación se dio por controlada, aunque un retén permaneció en el área industrial por si se reavivaban las llamas. La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando cuál fue el origen del siniestro. Según los primeros datos, los dos negocios afectados estaban asegurados.