La muerte de Ana Andrushcenko en la terraza de un bar de Portopí se salda con una condena de tres años y medio. La mujer de 35 años acusada del crimen, Anna Kaydalova aceptó ayer esa condena por un delito de homicidio imprudente.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del uno de marzo de 2011. Las dos mujeres estaban en la terraza del bar Bácaro, en la calle Rafaletes. Las dos ejercían la prostitución y estaban enfrentadas. Tras una discusión, la acusada se levantó, sacó un cuchillo con una hoja de más de 15 centímetros, rodeó una columna y apuñaló a la víctima en el muslo al tiempo que le agarraba por el cuello.
La herida, en principio se produjo en un sitio trivial. A escasos cinco centímetros de la rodilla. Sin embargo, la hoja seccionó de lado a lado la arteria femoral, prácticamente el único punto vital de la pierna. La mujer murió desangrada en unos minutos. La asistencia médica a la víctima tardó más de media hora en producirse, lo que agravó la situación e impidió cualquier maniobra para cortar la hemorragia y evitar la muerte de la mujer.
Imprudencia
El lugar donde se produjo la puñalada es lo que llevó a que el caso se condujera como un homicidio imprudente, al entender que al provocar una herida en la pierna, la acusada no tenía intención de causar la muerte a la víctima. De esta, en su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía reclamaba una condena de cinco años que ayer se rebajó en año y medio a cambio de la conformidad alcanzada con el abogado de la defensa, Jaime Campaner, si bien no se aplica ningún atenuante en este caso.
La pena de prisión se sustituirá por la expulsión del territorio nacional durante cinco años para la acusada, de nacionalidad rusa. Esta medida se hará efectiva una vez que la condenada acceda al tercer grado penitenciario. La mujer lleva en prisión algo más de un año, desde que ocurrieron los hechos. Además tendrá que indemnizar con 46.400 euros al hermano de la fallecida.