Pasaban unos minutos de las seis de la tarde de ayer cuando un amplio dispositivo policial integrado por más de 20 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Palma 'tomaban' literalmente el control de Son Gotleu en el marco de un macro control de seguridad.
El dispositivo se ubicó en la intersección de las calles Indalecio Prieto y Santa Florentina. Además, los agentes cortaron el acceso a las calles adyacentes con la finalidad de que todos los vehículos tuvieran que someterse a los controles discriminatorios del mismo.
El operativo se montó de manera conjunta entre los dos cuerpos policiales y participaron en el mismo agentes de la Unitat de Seguretat Integral (USEI), Unidad Motorizada Pesada, distrito de la comisaría de Llevant y, por parte de la Policía Nacional, varias dotaciones de la unidad de Distrito Centro, con un subinspector al frente.
Por parte de la Policía Local, los funcionarios participantes realizaban una exhaustiva revisión de la documentación del vehículo, ITV, seguro obligatorio y el carnet de conducir del conductor. Una vez superado el control, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía registraban el vehículo en busca de sustancias estupefacientes, armas u otros objetos prohibidos.
Durante las dos horas que duró el macro control cabe destacar que cerca de medio centenar de personas se congregaron en las inmediaciones para ver como se desarrollaba el mismo.
Una de las notas más llamativas la protagonizó un conductor que, por causas que se desconocen, se alteró comenzando a gesticular, gritar y moverse de un sitio a otro. Rápidamente, fue rodeado por un grupo de agentes y, finalmente, se tranquilizó.
Durante el operativo se controlaron una veintena de vehículos y se tramitaron varias denuncias por diferentes motivos. Todas las semanas está previsto que se repitan los controles.