«Buenas noches señora. Le vamos a someter a una prueba de alcoholemia. ¿Ha bebido usted algo?», preguntaba el agente de la Guardia Civil de Tráfico. La conductora, una mujer de unos 40 años, contestaba visiblemente nerviosa: «Señor agente. Me he tomado un rebujito, pero le prometo que nada más». El alcoholimetro portatil de la Benemérita no era tan condescendiente y arrojaba un resultado de 0,98.
Agentes de la Agrupación del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, con motivo de la inauguración de la Feria de Abril, habilitó un importante dispositivo de control de vehículos con la finalidad de evitar que conductores ebrios pusieran en peligro sus vidas y la del resto de personas.
Los agentes, dirigidos por el teniente jefe del destacamento de Palma, procedieron a la realización de más de 250 pruebas de alcoholemia. De las mismas, un total de 16 conductores fueron sancionados con 500 euros de multa por conducir bajo los efectos del alcohol y la correspondiente retirada de puntos del carnet. Al mismo tiempo, también se procedió a la detención de cuatro personas por superar, con creces, los límites establecidos.
En esta ocasión, el control se ubicó en el vial de asceso a la vía de cintura situado junto al hipodrómo.
Según fuentes consultadas por Ultima Hora, durante los próximos días de feria, la Benemérita seguirá montando controles para evitar tragedias en las carreteras.