Golpe contra... los embutidos caseros. La Guardia Civil intervino el domingo más de 60 kilos de sobrasada, butifarrones y camayot del mercado de Santa Maria. El motivo: que los productos eran caseros o estaban sin etiquetar y se vendían al público sin pasar los pertinentes controles sanitarios.
Desde hace un tiempo, sobre todo coincidiendo con la crisis económica, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) había detectado que un elevado número de particulares vendía productos autóctonos mallorquines para ganar un dinero extra. El problema estribaba en que la mayoría de esos productos incumplía la normativa sanitaria. Los agentes también descubrieron que otras sobrasadas puestas a la venta eran de origen industrial, pero los comerciantes les retiraban las etiquetas para hacerlas pasar por caseras y, por tanto, más apetecibles para los consumidores.
En la operación del domingo en el mercado de Santa María se sancionó a seis comerciantes y no se descarta que el próximo fin de semana, en otro mercadillo de la isla, los funcionarios del Seprona lleven a cabo nuevas inspecciones en busca de sobrasada, camallot y butifarrones casera sin etiquetar.