El fiscal pide una condena de once años de prisión para un vecino de Palma por secuestrar a su mujer, impedirla que saliera del coche y amenazar en dos ocasiones con precipitarse con ella por un acantilado. Todo el incidente que se prolongó durante alrededor de diez horas estuvo plagado -según las acusaciones- de numerosos puñetazos y agresiones físicas.
La acusación particular y la Fiscalía sostienen en sus escritos que el 25 de octubre de 2011, de madrugada, el acusado encontró a su mujer con un hombre en un pub de la avenida Gabriel Roca. Molesto le pidió que le acompañara hasta su coche para despedirse. La mujer subió y el hombre accionó el seguro, de manera que la dejó encerrada. Salió de Palma y se dirigió hacia Santanyí. De camino, en los semáforos que encontraron, la mujer intentó bajarse sin éxito. También trató de llamar por el móvil para pedir ayuda pero el hombre se lo quitó.
Gasolinera
El hombre se dirigió con el coche hacia un acantilado. Lo enfiló con el vehículo y amenazó: «Ahora te vas a enterar, vamos a morir los dos. Nos vamos a tirar con el coche por el acantilado». La mujer logró tranquilizarle y convencerle para regresar a Palma. A medio camino el acusado paró para echar gasolina al vehículo. La mujer aprovechó para intentar huir. Sin embargo, el acusado le dio alcance, la tiró al suelo y la golpeó en varias ocasiones para introducirla en el coche de nuevo. «Ahora sí que nos vamos a tirar por el acantilado», asegura el escrito de acusación que reiteró el hombre. En este nuevo amago, la mujer logró echar el freno de mano y quitarle las llaves del coche que tiró por la ventanilla. Entonces, las acusaciones señalan que el encausado cambió de idea. Regresó a Palma y llegó a la mujer a su casa, en la calle Manacor. Antes le había propinado varios puñetazos más.
En la casa -según las acusaciones- el hombre de nuevo encerró a la mujer. «De aquí hoy no vas a salir. O te vas volando de la isla o te mato».
La víctima logró tranquilizarle al pedirle perdón y decirle que no le iba a denunciar. Así consiguió que se calmara y ambos se durmieron. Por la mañana, la madre del acusado entró en la vivienda y en el dormitorio. Allí se puso a discutir con su hijo y la mujer aprovechó ese momento para irse de la vivienda y pedir ayuda a un amigo que le acompañó hasta el médico.
El acusado está ingresado en prisión desde que ocurrieron los hechos. La Fiscalía y la acusación particular, que ejerce el letrado Agustín Aguiló, le acusan de delitos de detención ilegal, amenazas y lesiones. Por ellos piden once años de cárcel y una orden de alejamiento a la víctima de 14 años de duración. El juicio se celebrará la próxima semana en la Audiencia Provincial de Palma.