«Si la casa no es para mí, no es para nadie». El hombre que en la tarde noche del domingo se quemó a la bonzo en su casa de Inca iba a ser desahuciado en los próximos días y pretendía suicidarse quemando la vivienda.
Sobre las ocho y media, la Policía Local de Inca y la Guardia Civil fueron alertados de que una casa se estaba incendiado en el número 110 de la calle Escorial, esquina con Mandrava. El humo se divisaba desde los edificios de los alrededores y, según los primeros datos, había una persona herida.
Quemado
En efecto, cuando los efectivos llegaron un hombre de 53 años de edad, cuyas siglas son P.J.G., se encontraba fuera de la casa, con quemaduras en la cabeza y los brazos, principalmente. Se trataba del dueño de la planta baja, que reconoció de manera espontánea que había sido él el autor del incendio. Explicó que su intención había sido quitarse la vida, y que por eso se quemó a lo bonzo. Y justificó su decisión: «Si la casa no es para mí, no será para nadie».
El herido se refería a que había perdido su vivienda al parecer por deudas y para esta semana estaba previsto su desahucio, autorizado por un juzgado de Inca. Los sanitarios de una ambulancia del 061 atendieron in situ a la víctima y confirmaron que presentaba quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo. En principio, las lesiones eran superficiales, aunque la valoración estaba pendiente de un nuevo examen médico. P.J.G. fue trasladado hasta el hospital de Son Espases, donde quedó ingresado en estado grave. Fuentes sanitarias explicaron que se estaba valorando la posibilidad de evacuarlo hasta el hospital de Vall d'Hebron, en Barcelona, que cuenta con una unidad de grandes quemados.
Los bomberos sofocaron el incendio en la calle Escorial sobre las 21.40 horas y después la Policía Judicial de Inca entró para realizar una inspección ocular y aclarar las circunstancias del incendio intencionado.