Primero en Palma y luego en Manacor. El Cuerpo Nacional de Policía ha efectuado en pocos días dos redadas contra el juego ilegal, que han permitido descubrir un local donde se celebraban torneos de póquer y un bar donde se organizaban timbas de cartas. Ambas operaciones han coincidido en el tiempo pero no están relacionadas entre ellas. Los agentes han identificado a los organizadores de las partidas ilegales, así como a los jugadores.
Los primeros se enfrentan a multas de entre 60.001 y 600.000 euros y los segundos a sanciones que van de 6.001 a 60.000 euros, según refleja el decreto sancionador del juego en el ámbito de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears.
Redadas
Tal y como informó ayer este periódico, en Palma se descubrió una oficina en el Polígon de Can Valero donde se había instalado un casino clandestino. Un búlgaro y un rumano, de 37 y 29 años de edad, respectivamente, eran los encargados de su gestión. Cuando la policía irrumpió en el local identificó a 13 personas que jugaban a póquer, además de un crupier. Se intervino todo el material, así como 2.755 euros.
La segunda redada se llevó a cabo en un bar de Manacor, según informó ayer la Policía en un comunicado. Los investigadores habían constatado la afluencia de numerosas personas procedentes de diversas poblaciones del Llevant, las cuales iban con la predisposición de participar en partidas de cartas de uno de los juegos más carismáticos de la zona, concretamente el denominado El Monte.
Cuando los agentes entraron en el local localizaron a un total de 36 personas, que supuestamente se habían desplazado hasta allí para participar en el juego ilegal. Alrededor de una de las diez mesas que tenía el establecimiento, la más grande que estaba al fondo, había diez jugadores participando activamente en una partida de cartas, algunos de ellos sentados y otros de pie, con billetes en las manos, apostando sobre las posturas realizadas.
Entre las personas que estaban en el local se identificó al individuo que hacía de ‘banca', esencial e imprescindible para la práctica de El Monte. Se intervinieron 4.671 euros, además de barajas españolas.
El establecimiento tenía dos cámaras de grabación y durante el registro efectuado por los agentes se localizó una caja fuerte en la cocina. En esta caja de seguridad se depositaban los beneficios procedentes del juego ilegal, concretó la policía.