Inca y Palma registraron ayer dos incendios graves en pisos habitados. El primero se saldó con seis intoxicados y una mujer quemada y el segundo con una mujer sufrió una crisis de ansiedad y veinte vecinos tuvieron que ser desalojados.
El siniestro de Inca se declaró sobre las siete de la mañana, según informó el portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil. Se trata de un piso ubicado dentro de una nave industrial de muebles, que estaba cerrada y en alquiler. A esa hora, dos testigos vieron salir humo y escucharon gritos, por lo que llamaron a los equipos de emergencias.
Cuatro dotaciones de bomberos, Guardia Civil, Policía Local y ambulancias se desplazaron hasta la calle Pagesos. Sin embargo, cuando llegaron la familia había conseguido salir por sus propios medios. Tres adultos y un niño habían quedado atrapados, pero otros habían llegado a la calle y habían colocado una escalera, con la que auxiliaron a las víctimas.
Al final, siete personas resultaron intoxicadas y una de ellas también con quemaduras en cara y brazos. Eran, en total, tres mujeres (de 65, 27 y 14 años), dos hombres (de 39 y 30 años) y dos niños (de 10 y 2 años). Todos ellos fueron evacuados hasta el hospital de Inca, para ser atendidos.
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las causas del siniestro, que comenzó en el salón de la casa ubicada en la nave industrial.
Palma
Horas después, a las dos de la tarde, ardió un tercer piso en la calle Passatge particular Llubí, en la barriada palmesana de El Rafal.
Al parecer, una sobrecarga en un enchufe provocó el fuego y una veintena de vecinos tuvo que ser desalojada. En la cuarta y la quinta planta algunos de los residentes quedaron atrapados, y tuvieron que esperar a que los bomberos sofocaran las llamas para poder salir.
Una mujer sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendida por los equipos sanitarios. El Cuerpo Nacional de Policía investiga el origen del siniestro.
Seis intoxicados y una mujer quemada al incendiarse un piso en el polígono de Inca
Javier Jiménez | Inca |