Una mezcla de mal tiempo y de un error en la conducción llevó a una hora y media de duro trabajo para los Bombers de Palma para liberar a un conductor que se había estrellado frente al Consolat de Mar.
El accidente ocurrió en torno a las seis y media de la mañana. Un conductor circulaba en un Renault Clio en dirección al Aeropuerto por el paseo Marítimo. El hombre patinó a la altura de la sede del Govern, perdió el control del vehículo que cruzó la mediana y quedó literalmente incrustado en una farola. El habitáculo se deformó completamente en el lado del conductor que quedó encerrado. Si bien se temía que hubiera sufrido duros daños ante la virulencia del golpe, sólo tuvo heridas leves de las que fue atendido una vez rescatado.