El juez ha impuesto una condena de tres años de prisión para Miquel Llodrà, el octogenario que arrolló a su mujer Anne Wanjiru en Pollença en noviembre de 2010. El acusado tendrá que cumplir la pena en prisión pese a sus 87 años si la sentencia llega a ser firme. Después de que un jurado popular concluyera que los hechos fueron involuntarios y que cuando pasó por encima de la mujer estaba «ofuscado», el magistrado Diego Gómez-Reino recoge una condena por homicidio imprudente. Sin embargo, el juez sólo aprecia uno de los tres atenuantes solicitado por la defensa, por reparación del daño. El jurado consideró que al llevar a la víctima a un centro médico, Llodrá intentó paliar lo ocurrido y así lo reconoció el jurado.
El magistrado falla que no se puede tener en cuenta otro atenuante por el estado físico de la víctima. Razona la sentencia que esta circunstancia ya se tiene en cuenta a la hora de calificar el homicidio como imprudente. El estado mental del octogenario es lo que justifica, según el jurado que no fuera consciente de la posición exacta de la mujer y que al acelerar iba a pasarla por encima. También descarta el atenuante de confesión.
La sentencia indica que la pena no debe ser suspendida y que, por tanto Llodrá deberá ingresar en prisión cuando sea firme, «a pesar de que por su edad en breve plazo podría ser progresado al tercer grado».