«Yo soy cubana. Me he casado dos veces con mallorquines y si no me detienes me caso contigo». Estas fueron las primeras palabras que consiguió pronunciar una mujer de 38 años de edad y nacionalidad cubana cuando fue detenida por agentes de la Policía Local de Palma tras una persecución por las principales calles de la ciudad.
Sobre las 20.30 horas del domingo, un agente de la Policía Local de Campos circulaba por la vía de cintura cuando, de repente, se percató de que un Renaut Twingo de color azul que iba delante suya estaba realizando una conducción temeraria. Conducía una mujer que realizaba desplazamientos bruscos de lado a lado de la autopista.
Centro
En ese momento, el turismo abandonó la autopista y entró en la calle Aragón. El policía, inmediatamente llamó al 112 e inició la persecución con su vehículo particular. En las inmediaciones del bar Güell, concretamente en el semáforo, el agente colocó su coche en paralelo al de la mujer, se identificó como policía y le pidió que detuviera la marcha. En ese instante, haciendo caso omiso, la mujer inició de nuevo la marcha a gran velocidad, subiéndose por las aceras, zigzagueando por las calles y provocando que los conductores que venían de frente tuvieran que esquivarla. Mientras tanto, el policía de Campos seguía comunicando al 112 la posición del vehículo. En la plaza España, otro policía fuera de servicio de Palma se unió a la persecución. Instantes más tarde, en la avenida Argentina, frente al bar Cuba, la conductora chocó contra un vehículo que estaba parado en un semáforo. En ese momento, los agentes consiguieron detenerla. En el furgón de la Unidad de Atestados, la mujer cogió el alcoholímetro y en lugar de soplar se puso a hacer como si tocara la trompeta. Los agentes desistieron y procedieron a su detención. Finalmente, en el cuartel, horas más tarde, la conductora dio un resultado de 0.98.