Los bomberos de Palma se convirtieron anoche en inesperados Papá Noel y rescataron a un perrito que cayó por el conducto interior de un edificio desde el cuarto piso a la planta baja.
Sobre las dos de la mañana los dueños del can se dieron cuenta de que había desaparecido y por sus ladridos descubrieron que se había precipitado por el hueco del aire acondicionado.
Encajado
El animal quedó encajado sobre la persiana enrrollable de un local de la planta baja, por lo que su rescate era muy complejo. Si se subía la verja metálica, existía el riesgo de que el perrito fuera aplastado. En un primer momento, el propietario del can desmontó una rejilla exterior y trató de llegar a su mascota, sin suerte.
Después llegaron bomberos y policías locales, que durante casi tres horas se esforzaron por sacar al perro sano y salvo. El problema consistía en que el hueco de la calle era demasiado angosto, con lo que al final tuvieron que agrandarlo para que los funcionarios pudieran trabajar con mayor libertad de movimientos. El dueño, muy nervioso por el estado del perro, también se subió a la escalera y trató por todos los medios de liberarlo.
Sobre las cinco de la mañana, por fin, la mascota fue sacada en perfecto estado. El mejor regalo de Navidad para el dueño se lo trajeron los bomberos, en forma de rescate canino. Y sin la ayuda de renos.