Constantine Borza es un rumano de 48 años de edad que ejerce de relaciones públicas en varios locales de ocio nocturno del Paseo Marítimo de Palma. La madrugada del viernes al sábado vivió una de sus peores pesadillas al ser brutalmente agredido por un grupo de más de quince jóvenes.
Nos recibe en la habitación del hospital de Son Espases donde permanece a la espera de ser intervenido quirúrgicamente de nuevo el próximo martes.
«Yo estaba en un pub bailando salsa, y dejé en la barra el zumo que estaba bebiendo. Cuando salí del establecimiento, iba de lado a lado de la calzada. Me habían drogado. En ese momento, un grupo de personas me pidió el móvil y el reloj (se trata de un Iphone 4 y un reloj de oro). Yo me negué y seguí mi camino», relata visiblemente dolorido y afectado Constantine.
«Yo estaba haciendo mi trabajo cuando, de repente y sin venir a cuento, me rodeó un grupo de unos 15 jóvenes, la mayoría eran españoles, y comenzaron a pegarme puñetazos y patadas. Me tiraron al suelo e intenté protegerme, pero en ese momento me comenzaron a llover patadas a la altura de la cabeza y del rostro. Cuando llegó la policía, llamaron a una ambulancia y aquí estoy. Me dieron una paliza de muerte. La gente gritaba que me dejasen, pero ellos seguían pegándome», añade.
La gravedad de las lesiones las refleja el pertinente parte médico. Doble fractura de mandíbula abierta con localizaciones múltiples, fractura de huesos de la nariz, luxación del codo, fractura de costillas, traumatismo craneoencefálico severo y policontusiones por todo el cuerpo. «Quiero pedir la colaboración ciudadana. Si alguien vio a quien me agredió le pido por favor que lo cuente a la policía», concluye.
El próximo martes, Constantine será sometido a una operación quirúrgica. Mientras tanto, la investigación policial sigue su curso, pero por el momento, no hay detenidos.