Susto en La Vileta. Y de los gordos. El techo del salón de una planta baja de esa barriada palmesana se desplomó ayer cuando una mujer de 78 años se encontraba en la vivienda. La señora salió ilesa y los técnicos precintaron la casa. Un colmado vecino también fue cerrado de forma provisional, mientras se evalúa la situación.
La planta baja colapsada se encuentra ubicada en la calle Comte número 6, justo enfrente de la farmacia. Se trata de una vivienda que, según los vecinos, ya fue rehabilitada en su día y el tejado se reforzó. Sin embargo, por causas que están siendo investigadas, minutos antes de la una de la tarde de ayer, parte del techo se desplomó con gran estrépito. El centro de emergencias del 112 puso en marcha un dispositivo de urgencia, ya que las primeras llamadas apuntaban a que había inquilinos en el interior. Hasta esa dirección se dirigieron patrullas de la Policía Local, bomberos, personal del 112 y técnicos municipales, para comprobar el alcance de los daños.
Afortunadamente, la señora de 78 años no resultó herida. La parte del techo que cayó se corresponde con el comedor de la vivienda, y la mujer en ese momento estaba en otra dependencia.
Inspección
Los bomberos entraron en la casa y procedieron a efectuar una primera valoración. Después accedieron a la terraza y comprobaron, desde el tejado, las vigas derribadas y el estado del resto de la techumbre.
Los técnicos municipales también confeccionaron un informe y una de las primeras medidas que adoptaron fue precintar, provisionalmente, el colmado vecino con la casa afectada. El negocio, en el momento del derrumbe, estaba abierto al público y había clientes comprando en el interior.
El establecimiento comparte pared con la vivienda, aunque en el interior del local no se registraron desperfectos materiales. La policía le explicó al responsable que debía desalojarlo por precaución.
Vecinos de La Vileta se concentraron a pie de calle, frente a la vía Comte, para interesarse por lo ocurrido. El comentario más reiterado fue que la mujer de la casa había tenido mucha suerte: «Han caído vigas muy pesadas, baldosas y cemento. Si llega a estar alguien abajo las consecuencias habrían sido terribles», contó un vecino.