Un juzgado de Palma ha condenado por un delito contra los derechos de los trabajadores a dos constructores de nacionalidad china y a un aparejador español. Todos ellos eran los responsables de una obra en el Pont d'Inca en la que trabajaban tres personas sin ningún tipo de medida de seguridad. Ayer, en el juicio, los tres acusados se conformaron con la pena de prisión que se sustituirá en todos los casos por una multa de 6.480 euros.
Los hechos fueron descubiertos por una inspección de trabajo. Así, el 17 de enero de 2008, los tres trabajadores -todos ellos de nacionalidad china- que se encontraban en la obra del chalet carecían de cualquier protección contra una caída.
Nueve metros
De la obra sólo se había puesto en pie la estructura. Dos de los empleados realizaban distintas labores a una altura de nueve metros y, el otro estaba a seis metros de altura. Ninguno de ellos tenía protección ni personal ni colectiva frente a una posible caída y, según el escrito de acusación de la Fiscalía, tampoco había ninguna protección en el perímetro de la obra, ni siquiera en los accesos.
La inspección de trabajo tampoco encontró en el lugar de la obra ejemplar alguno del plan de seguridad, si bien sí se había elaborado el estudio previo que exigía que hubiera barandillas en las distintas alturas de la obra. La Fiscalía sostenía que esta situación se produjo con el consentimiento del coordinador de seguridad, un arquitecto técnico y de los otros dos acusados: el administrador y la directora de una constructora de origen chino afincada en Mallorca.
Al descubrir las irregularidades, la Inspección de Trabajo cerró de forma inmediata la obra.