Sin novedades en el primer juicio por la desaparición y asesinato de Marta del Castillo. De hecho, la primera sesión se ha suspendido porque la Sala tiene que decidir si atenderá a las peticiones de la defensa de la familia de Marta, que quiere que testifiquen los padres de Samuel Benítez, el comisario jefe Manuel Piedrabuena y dos hermanas de la menor de Camas con las que Miguel Carcaño, el asesino confeso, mantuvo una relación sentimental. La familia de la desaparecida, que no esperaba mucho de este día, tiene «casi nulas» esperanza de encontrar el cuerpo de la chica.
El letrado que representa a los padres de Marta, José María Calero, ha vuelto a pedir una serie de testificales. En su opinión, anteriormente esos testimonios no se aceptaron «incorrectamente». Pero «podrían ser importantes para el esclarecimiento de los hechos». En la sesión del juicio de este lunes, cientos de personas se agolparon a la entrada de la Audiencia, alejados de los protagonistas del caso por unas vallas de seguridad. Estas personas fueron las que dieron la principal nota de ambiente a un lugar fuertemente custodiado por a Policía nacional y la Guardia Civil. Ha sido precisamente la Guardia Civil la que ha introducido en un furgón, y también sacado, a Miguel Carcaño, único de los acusados que permanece en prisión.