El hombre de 56 años detenido por disparar a un hombre que entró a robar en su vivienda ingresó ayer en presión por orden judicial. El hombre está imputado por un delito de lesiones -se descarta en principio que tuviera intención de matar al intruso- por herir al joven y de otro contra la salud pública después de que la Guardia Civil descubriera noventa plantas de marihuana en la propiedad. El detenido ratificó ante el juez que fue el autor del disparo pero siempre ha mantenido que no tiró a matar. En sus declaraciones también ha negado que se dedicara al tráfico de droga. El juez decretó prisión provisional sin fianza.
Los hechos ocurrieron el sábado en una finca ubicada en la carretera de Inca a Llubí, propiedad del detenido.
Droga
Al parecer, el ladrón -un joven de veinte años de edad- sabía que en el interior de la finca había una plantación de marihuana y había entrado a robar en otras ocasiones. El agricultor, alertado por un primer robo montó guardia a la espera de ser asaltado de nuevo. Cuando el intruso accedió de nuevo ala finca, salió con una escopeta de caza y disparó de manera que alcanzó al joven a la altura del trasero.
El ladrón, de nacionalidad marroquí, recibió medio centenar de perdigonazos, si bien se encuentra ya dado de alta del hospital.