La extrañísima relación entre Darvas Csaba y el hombre al que degolló en Magaluf no es equiparable al matrimonio. El TSJB rebaja en tres años de cárcel la condena impuesta por un Tribunal del Jurado al acusado -de nacionalidad húngara- al eliminar el agravante del crimen.
El acusado y la víctima convivían juntos y en el juicio se vieron imágenes íntimas de los dos. Csaba aseguró que fue un único encuentro sexual y que su relación era únicamente de amistad. Señaló en el juicio que él vino a Mallorca porque la víctima se encontraba en medio de una depresión. La situación se complicaba aún más por la implicación de una joven, ex novia del acusado.
Triángulo
Con esos mimbres del juicio, los ciudadanos que formaban el jurado dieron como probado que mantenían una relación sentimental. A juicio del TSJB, sólo eso no basta para agravar la pena: «Nada dice acerca de la duración de esa relación afectiva, ni de si la misma perseguía propósito de permanencia, ni, en general, de sus condiciones intrínseca. Esta inexpresividad jamás puede volverse contra el acusado», explica la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal.
Ésta es la única concesión que hace el TSJB en la apelación planteada por la defensa de Csaba. El Tribunal respalda la versión de los forenses de los hechos: es decir, que la víctima fue degollada por la espalda tras mantener en octubre de 2008 una discusión con su pareja en los apartamentos que compartían en Magaluf. Las pruebas apuntaban a que una herida de 27 centímetros en el cuello como la que causó la muerte de la víctima jamás pudo ser a causa de un suicidio, versión por la que se decantaron los jurados.