«Le dije que me hacía daño. A él le dio igual». La víctima de una violación en son Espanyolet en el año 2005 ratificó su acusación contra un joven -que entonces tenía 27 años- ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. La Fiscalía solicita para el acusado una pena de 11 años de prisión.
La víctima tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos. Según relató ayer, cuando regresaba a casa del colegio pasó frente a un bar en el que estaba el acusado. Todos los días hacía ese camino y conocía de vista a varios amigos del agresor. Narró que el joven la cogió de la mano y se la llevó: «Me dijo que tenía que disfrutar de la vida». La condujo hasta unas ruinas y allí la violó. «Era muy agresivo», afirmó. La adolescente se encontró con él al día siguiente: «Me besó y cuando le aparté me dijo que no lo entendía si el día anterior lo habíamos pasado tan bien». La menor señala que no denunció antes los hechos porque su madre padecía una enfermedad muy grave: «Pensaba que iba a morir y no podía contárselo». El acusado asegura que la relación fue consentida. Señala que mantenía una relación ocasional con la menor -algo que ella niega tajantemente- y achaca la denuncia de la joven a que ésta se puso celosa porque le vio con su ex novia otro día, «o porque no quería que se enterase su novio».