La Policía Local ha detenido por segunda vez en menos de 15 días a un senegalés que agrede a transeúntes en Palma para que lo expulsen del país. El arrestado, Gueye E., de 31 años, tiene permiso de residencia en España, pero quiere regresar a Senegal y carece de medios económicos. Por ello ha decidido atacar a personas que no conoce de nada por la calle. Tras ser detenido estas dos últimas veces ha manifestado que seguirá haciéndolo hasta que logre su objetivo, e incluso ha amenazado con «matar a alguien».
La penúltima detención se registró el pasado 31 de agosto. Sobre las 13.30 horas, Gueye se acercó a dos mujeres que caminaban por la calle Francesc Barceló i Combis, empezó a molestarlas y las agredió, si bien no les causó lesiones graves. Después se marcho caminando del lugar. Operarios de la ORA lo siguieron y llamaron a la Policía Local, que procedió a su detención en las inmediaciones. Al ser interceptado por los agentes manifestó: «O me pagáis un billete a mi país o sigo haciendo el mal». Gueye fue trasladado al cuartel de Sant Ferran y después quedó en libertad tras ser puesto a disposición judicial.
Plaça Progrés
El pasado lunes, poco antes de las 18.00 horas, volvió a ser detenido. Esta vez golpeó por la espalda a una chica de 15 años que esperaba el bus en una parada de la Plaça Progrés. La joven quedó aturdida tras recibir el golpe inesperadamente. Acto seguido, el senegalés cogió una piedra del suelo y se dirigió de nuevo hacia ella con la intención de darle más golpes. En ese momento fue agarrado por dos individuos que presenciaron la agresión, los cuales dieron la voz de alarma.
La Policía Local se personó en la plaza para aclarar los hechos. Los agentes contactaron con la madre de la menor y la acompañaron al PAC de Santa Catalina. Las lesiones que sufrió no eran graves pero sí que quedó en estado de shock.
Gueye estaba allí retenido por los testigos y fue detenido y trasladado al cuartel de Sant Ferran. Como en la anterior ocasión dijo que hacía estas cosas «para que me envíen a mi país», aunque fue un poco más lejos y manifestó que «si tengo que matar a alguien lo haré».