Los informes de la Guardia Civil entregados al juzgado que investiga el accidente de tráfico sufrido por José Ortega Cano, en el que falleció el conductor de otro vehículo, afirman que el extorero invadió el carril contrario por distracción, posiblemente causada por la ingesta de alcohol.
Fuentes del caso han dicho hoy a Efe que el informe entregado al juzgado de instrucción 9 de Sevilla señala que la «velocidad de colisión» del todoterreno del extorero era de 125 kilómetros por hora, mientras que el vehículo contrario, cuyo conductor falleció en el choque, circulaba a 50 kilómetros por hora.
El informe no precisa la velocidad previa a la colisión, que se produjo en una carretera limitada a 90 kilómetros por hora.
El accidente tuvo lugar el pasado 29 de mayo en una carretera cercana a Castilblanco de los Arroyos (Sevilla) y Ortega Cano estuvo ingresado en un hospital hasta el 11 de julio.
El extorero está citado a declarar como imputado el próximo día 9 a partir de las 10 de la mañana, y el día 14 va a ser sometido a una nueva intervención quirúrgica como consecuencia de las lesiones sufridas.
Según la Guardia Civil, el choque se produjo debido a una «invasión clara del carril contrario» por parte de Ortega Cano, lo que atribuye a una «distracción o desatención» causada, probablemente, por la influencia de la ingesta previa de bebidas alcohólicas, han precisado las fuentes.
Según los datos que se han ido conociendo del sumario, el análisis de sangre efectuado al extorero por el Instituto Nacional de Toxicología dio un resultado de 1,26 gramos de alcohol cuando el límite máximo es de 0,5 gramos.
Por otra parte, el juzgado que investiga el accidente ha citado a declarar como testigo, el próximo lunes, a un conductor que, tres kilómetros antes del lugar de la colisión, vio a un vehículo de las características del de Ortega Cano saltarse la línea continua para adelantarle a él mismo y al coche que circulaba delante de él.
También declarará el testigo presencial del choque, cuyo vehículo resultó afectado parcialmente.
El juez instructor tomó declaración en julio a varios testigos que alertaron al servicio de emergencias del 112 de la conducción del vehículo del extorero minutos antes del accidente, si bien los abogados de la acusación y la defensa discreparon entonces sobre si el comportamiento descrito era temerario o no.