«He visto entrar a dos individuos con gorra, gafas de sol y barbas postizas. Pensaba que me estaban gastando una broma». Son palabras de la dependienta de la joyería del carrer Major de Muro que ayer fue víctima de un atraco a mano armada. Los delincuentes consiguieron huir, pero media hora después, y tras un espectacular tiroteo con la Policía Local, fueron detenidos.
Los autores del atraco entraron en la joyería, armados con una pistola de fuego real y cuchillos, poco antes de las 13,30 horas. La joven dependienta, que pertenece a una conocida familia inquera de joyeros, explicó después del suceso y visiblemente nerviosa: «Los dos atracadores me han obligado a abrir la caja fuerte a punta de pistola. Se han llevado lo que había dentro (anillos de oro, gargantillas, pulseras y dinero en metálico), además de dos relojes de clientes».
Los dos individuos, de nacionalidad española, residentes en Inca y Palma y con numerosos antecedentes, huyeron del establecimiento después de que varios vecinos de la zona avisaran a los cuerpos de seguridad. Se marcharon corriendo de la joyería y pretendían huir con un coche que habían robado antes en Muro.
La Guardia Civil y la Policía Local montaron un espectacular despliegue con el objetivo de evitar que los delincuentes salieran de la localidad. El policía tutor de Muro, que circunstancialmente efectuaba un control en las escuelas, vio a los presuntos atracadores mientras huían corriendo por la calle Cristòfol Serra, próxima al polideportivo y a la plaza de toros. Ante la amenaza, los delincuentes abrieron fuego contra el agente y dispararon cuatro tiros con la pistola, de 9 milímetros. El agente respondió con dos disparos. Nadie resultó herido, aunque uno de los proyectiles terminó en la luna delantera de un coche que estaba estacionado.
Los atracadores se refugiaron entre los matorrales de un descampado situado a escasos metros de la plaza de toros. Allí, el helicóptero de la Guardia Civil sobrevoló el descampado mientras agentes de los cuerpos de seguridad, armados y con chalecos antibalas, lo rastreaban a pie. Gracias a las aspas del helicóptero, que con su movimiento levantaron los matorrales, se descubrió a uno de los atracadores escondido entre las hierbas. El segundo individuo fue detenido poco después, mientras pretendía huir corriendo. El suceso causó un gran revuelo entre los vecinos de Muro, que aplaudieron la labor de los cuerpos de seguridad después de la detención y la recuperación del botín.