Cuatro de la tarde de ayer: un varón de 73 años sale a la calle, en la barriada de Es Fortí. Está completamente ensangrentado y con una escalofriante raja del cuello a la oreja. Una drogadicta a la que había acogido lo había atacado en su planta baja y lo había intentado degollar. A primera hora de la noche, los efectivos policiales procedieron a la detención de la mujer en el poblado de Son Banaya, donde se encontraba bajo los efectos de una sobredosis por consumo de sustancias estupefacientes.
«Había sangre por todo, ha sido horrible», comentaba una testigo que vio salir al varón a la acera, en la calle Gabriel Miró, muy cerca de estadio Lluís Sitjar.
Grave
Los hechos, que todavía no están muy claros, ocurrieron en el interior de la vivienda, cuando una mujer de una cincuentena de años atacó al hombre. La toxicómana vivía en la calle y el anciano le cedió gratis una habitación de su casa.
Según parece, la fémina esgrimió un cuchillo e intentó degollar al señor, propinándole una gran tajo en el cuello, por el que comenzó a sangrar de forma abundante. La víctima no podía gritar para pedir ayuda, así que llegó como pudo a la calle y allí fue atendido por algunos transeúntes, que llamaron a la policía desde teléfonos móviles. Una ambulancia del 061 llegó hasta esa dirección de la barriada de Es Fortí y los médicos procedieron, en primer lugar, a atajar la hemorragia del septuagenario. Su estado era grave y los sanitarios confirmaron que la herida incisa era larga y profunda. De forma paralela, el Cuerpo Nacional de Policía comenzó a investigar lo ocurrido y averiguó, poco después, que la presunta agresora era una mujer de unos 50 años que se había dado a la fuga.
Los agentes precintaron el piso donde se produjo el intento de homicidio y avisaron a la Policía Científica, para que lo inspeccionara en busca de huellas y otros indicios. No ha trascendido si los funcionarios encontraron el arma utilizada en el brutal ataque.
El Grupo de Homicidios de la Jefatura de Policía se hizo cargo de la investigación y los resultados no tardaron en llegar. Pocas horas después, la agresora era detenida en Son Banya.