Para el forense está claro: Alvaar Pass, el estonio acusado de degollar a un hombre al que había conocido esa misma mañana en el aeropuerto de Eivissa, atacó a la víctima por la espalda. Según el informe del médico, la herida que cortó la yugular de la víctima y que provocó que muriera desangrada fue infligida con toda probabilidad con el agresor situado en la espalda. El forense descartó la hipótesis propuesta por la defensa, según la cual el acusado estaba aprisionado por el cuello y dio una puñalada al azar para intentar zafarse. La fuerza con la que se dio la puñalada -que dobló el cuchillo- y el hecho de que sólo hubiera una cuchillada, descartarían esta opción.
Los peritos psicológicos judiciales que declararon ayer también descartaron que el acusado padeciera una esquizofrenia, otro de los argumentos de la defensa. Los hechos ocurrieron en Sant Antoni de Portmany en 2008. El acusado y la víctima coincidieron en el vuelo y quedaron para compartir habitación durante su estancia. Esa misma noche discutieron. El acusado escondió el cuerpo debajo de la cama y estuvo fugado varios días.