La Fiscalía pide penas que suman 166 años de cárcel para los trece miembros de una organización perfectamente jerárquica que introducía cocaína a gran escala en Mallorca.
La banda cayó en tres golpes sucesivos del Cuerpo Nacional de Policía en marzo, julio y agosto de 2009. Según el escrito de acusación, se trata de una organización en cuya cúspide había dos ciudadanos nigerianos, uno de los cuales está huído. Ambos eran quienes tenían contactos en distintos países sudamericanos y diseñaban las operaciones. Junto a ellos, un español y otro nigeriano se ocupaban de la financiación de las operaciones, como socios capitalistas. Uno de ellos era también el encargado de vigilar a las 'mulas', es decir, personas que introducían la droga en España alojada en sus propios cuerpos. El resto del grupo, se encargaba de labores de transporte.
Aeropuerto
La principal vía de entrada de droga era el uso de 'mulos'. Precisamente la primera actuación contra la banda tuvo lugar cuando dos de ellos fueron detectados en el aeropuerto de Son Sant Joan. El 16 de marzo de 2009 fueron detenidas estas dos personas. Una de ellas llevaba en el cuerpo 63 paquetes con más de 930 gramos de cocaína de una gran pureza. Su compañero tenía una cantidad aún mayor: 1.364 gramos de droga.
Junto a este método, cuando lo necesitaban acudían a los envíos por correos. En junio de ese mismo año llegó un paquete desde Brasil a Palma con 150 gramos de cocaína. Las investigaciones policiales a través de escuchas telefónicas permitieron localizar los domicilios donde el resto del grupo operaba: viviendas en las calles Tomás Rullán y Ocells de Palma. Además la policía también registro viviendas en Santa Ponça y en otros dos domicilios de Palma. En todos los registros se encontraron pequeñas cantidades de droga y dinero en efectivo.
La Fiscalía solicita para cada uno de los trece acusados una pena de doce años de prisión y una multa de 6.500 euros. En el caso de los ciudadanos nigerianos que se encuentran en situación irregular en España solicita la expulsión durante diez años como medida que sustituye a la pena de cárcel.