La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a cinco años de prisión a un joven de 24 años por haber abusado sexualmente de una menor que en el momento de los hechos -octubre de 2005- tenía 15 años y además padece una discapacidad psíquica del 58 por ciento. También ha impuesto una multa de 2.160 euros para otro acusado por haber presenciado los hechos sin hacer nada por evitarlos.
En concreto, el tribunal considera a Alfredo Andrés M.R. autor de un delito de abuso sexual por estos hechos, al tiempo que le obliga a indemnizar a la joven con 12.000 euros por los perjuicios morales ocasionados. Mientras tanto, también condena a Pablo Javier C.P. al pago de la multa al haber incurrido en una omisión del deber de impedir delitos.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, declara probado que después de que los dos acusados se encontrasen en la calle con la menor, a la que el principal imputado ya conocía, ambos le instaron a consumir porros, tras lo cual la invitaron a subir al domicilio de Pablo Javier, en Inca. A pesar de que ella no quería entrar, finalmente accedió ya que se encontraba mareada y sin fuerzas.
Una vez en la vivienda, la introdujeron en la habitación del acusado y se colocaron en la cama, donde Alfredo Andrés comenzó a desnudarla, le tapó la boca y consumó los abusos sexuales aprovechando el malestar de su víctima, quien no podía hacer fuerza alguna debido a la sustancia que había tomado así como a su discapacidad.
Mientras sucedían los hechos, el otro acusado veía la televisión, se reía y permanecía impasible ante lo que sucedía, sin realizar conducta alguna que impidiese que la menor fuese abusada. Tras ello, la víctima salió corriendo de la habitación y de la casa y acudió a un centro de atención primaria de Inca, desde donde la desviaron al hospital de Son Dureta. El tribunal precisa en su resolución que ambos acusados conocían la discapacidad de la menor, apreciable al primer diálogo con ella.