Una joven de etnia gitana ratificó ayer ante la Audiencia que un vecino suyo la secuestró y violó cuando tenía quince años de edad, en un piso del a calle Manacor de Palma. La entonces menor de edad -los hechos ocurrieron en julio de 2005- relató que había ido esa noche a una fiesta con sus padres en un bar cercano a la vivienda.
Regresaron a las tres de la madrugada pero ella volvió al bar porque había olvidado unos discos. De vuelta en casa se encontró con el acusado en el portal: «Me dijo que fuéramos a su casa a escuchar los discos. No le vi maldad y subí». Una vez en la casa, la víctima señala que el acusado cerró la puerta con llave y la llevó a la habitación. Allí la violó. «Comencé a gritar pero nadie me socorría, me hacía un daño tremendo». Entre lágrimas contó cómo pidió de rodillas al agresor que le devolviera su ropa para poderse marchar.
La víctima atribuyó al trauma de la agresión varias contradicciones evidentes en las que incurrió en su declaración de ayer. La más notoria es que exculpó ayer en el juicio al hermano del acusado. Éste responde también por un delito de agresión sexual y por otro de omisión. Durante la instrucción dijo que después de la violación el hermano menor del principal acusado también intentó violarla y que la manoseó. Ayer dijo que no la tocó.
El acusado señaló que fue una relación consentida y que la menor fue a su vivienda a las tres de la madrugada para fugarse con él y que, como se negó, le ha denunciado.