La competencia entre operadoras para captar clientes se vuelve delirante. El Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid investiga a dos empresas del ramo de las telecomunicaciones que hacían que sus empleados aparentaran ser de ONO para robar abonados a la compañía. En total hay 29 casos documentados en la denuncia que dio pie a las pesquisas judiciales. Entre ellos hay varios afectados en Mallorca.
Según un auto del Tribunal Supremo, que dirimió una cuestión de competencia en esta causa, el mecanismo de la estafa era siempre similar. Un empleado de las dos empresas investigadas visitaba a un cliente de la operadora y se presentaba como un comercial de ONO.
Oferta falsa
Le aseguraba que le iban a aplicar una oferta en el servicio que ya recibía, generalmente de teléfono e internet. Con esta promesa, el falso comercial lograba todos los datos personales del cliente. Después, en lugar de aplicar una nueva tarifa, lo que hacían era tramitar la baja con ONO y dar de alta al cliente con otro operador. El cliente, en este caso, que es la persona a quien engañaban los falsos comerciales, no sufría un perjuicio aparente. En los casos en los que tenía contratados otros servicios, como los de televisión por cable con la operadora de fibra óptica, recibía dos facturas, si bien era informado de ello. La víctima de la posible estafa es la teleoperadora que perdía clientes sin que éstos siquiera consintieran el cambio de compañía.
Además de en Mallorca, la red captó clientes en Valencia, Zaragoza, Guadalajara, Albacete, Murcia y Alcoy.