El pasado día 11 se produjo un apagón generalizado en Cala d'Or (Santanyí). El origen no era ninguna avería o fallo en el suministro eléctrico, sino dos jóvenes -uno menor y otro de 19 años- que desvalijaron todo el alumbrado público de dos calles para vender el cobre.
De acuerdo con los datos facilitados por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma, en total sustrajeron 317 metros de cable, que cortaron con una cizalla. Cuando los guardias civiles del cuartel de Santanyí descubrieron lo ocurrido, montaron un dispositivo en la zona, sospechando que los autores del robo no habían tenido tiempo de llevarse todo el cableado.
Dos calles
Las dos calles que habían sido desvalijadas eran Bennaser y Horts y los funcionarios registraron los alrededores, en busca del cable. Sin embargo, a ambos lados de las calles se abrían grandes extensiones de terreno arbolado, lo que dificultaba una inspección en profundidad.
Así pues, la Guardia Civil y la Policía Local montaron un dispositivo permanente en las inmediaciones y en la tarde noche del jueves los dos autores del robo regresaron al lugar. Empezaron a quemar las fundas del cable para no dejar indicios sobre su procedencia y la humareda los delató. De repente, aparecieron en esa zona boscosa agentes beneméritos y nacionales, que rodearon a los dos jóvenes. Los sospechosos, a pesar de que no tenían escapatoria, comenzaron a correr monte a través, aunque fueron arrestados al poco tiempo.
Se trata de Sergio J. J., de 19 años de edad y que hasta la fecha carecía de antecedentes policiales, y de un menor de 17 años de edad que sí cuenta con un amplio historial de incidentes anteriores.
Los dos acusados pretendían vender a peso el cobre del cableado público en una empresa de un polígono industrial de Palma. Ya tenían previsto cargar el botín en una furgoneta y bajarlo de Santanyí a Ciutat.