El nivel de yodo radiactivo detectado en aguas marinas próximas a la central nuclear de Fukushima es 5 millones de veces superior al límite legal, mientas el cesio-137 lo excede en 1,1 millones de veces, informó hoy la empresa TEPCO, que opera la planta. Los técnicos que trabajan en Fukushima tratan de determinar las vías por las que llega al mar el agua radiactiva, que se cree puede provenir del núcleo del reactor 2.
Varias zonas de las unidades 1, 2 y 3 de Fukushima están inundadas con agua muy contaminada, que dificulta seriamente los esfuerzos de los operarios para tratar de enfriar los reactores atómicos, dañados por el terremoto y devastador tsunami del 11 de marzo.
Este lunes TEPCO comenzó una operación para verter al mar 11.500 toneladas de agua con una radiactividad relativamente baja (cien veces superior al límite) proveniente de depósitos y del sótano de las unidades 5 y 6.
El objetivo es hacer espacio en esos lugares para almacenar ahí parte del agua mucho más radiactiva (hasta 100.000 veces el límite legal) que anega parte de las unidades 1 a 3. Se calcula que unas 60.000 toneladas de agua inundan distintas zonas de la central. Una vez drenada, el agua altamente radiactiva será almacenada en tanques y depósitos para basura nuclear en la propia planta, además de en buques de EEUU y una plataforma flotante.