Un juzgado de Palma ha condenado a una pena de multa a una joven, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos por acusar falsamente a su jefe de acoso y abuso sexual. Curiosamente, la denuncia de la joven se produjo de forma paralela al descubrimiento en la empresa de que desviaba dinero de las cuentas de la empresa. La acusada fue condenada por un delito de estafa por esos hechos, una sentencia que ratificó el Tribunal Supremo.
La estafadora denunció los abusos en los juzgados el mismo día que fue a declarar en instrucción por la estafa, en julio de 2003. Éste es uno de los hechos que la sentencia valora a la hora de condenarla por denuncia falsa. En aquel momento la joven relató una secuencia de acoso, que incluía insinuaciones de «premios» a cambio de prácticas sexuales.
Absolución
En el juicio fue más allá y contó un episodio más explícito de abusos. El proceso se cerró con la absolución del jefe de la joven. La víctima de la falsa acusación, representado por la abogada Isabel Fluxá presentó entonces a su vez una denuncia. La acusada mantuvo en este juicio que fue víctima de los abusos. Al se preguntada entonces por qué tardó varios meses en denunciarlos y lo hizo justo cuando ella estaba siendo investigada, señaló que por su edad no tenía muy claro cómo reaccionar. La sentencia señala que: «Sorprende que esa juventud no le hubiera impedido, como ella misma ha reconocido en el juicio admitir algún tipo de comportamiento de naturaleza sexual a favor de Pedro porque a cambio obtenía algún tipo de ventaja económica».
La acusada tendrá que indeminzar a su antiguo jefe con 400 euros. El juez no fija una indemnización mayor porque en el entorno del acusado no se creyó la denuncia por abusos sexuales.