Dos delincuentes asaltaron violentamente la casa de una vecina del Port de Pollença de 81 años de edad y la dejaron tres horas maniatada.
El asalto se produjo a las cuatro y media de la madrugada del pasado fin de semana, en un domicilio de la calle Voramar. La señora de avanzada edad escuchó un ruido mientras dormía y cuando se levantó reparó en que una ventana estaba abierta. Además, alguien había esparcido documentación de su hijo por el suelo. Antes de que pudiera reaccionar vio bajar a dos jóvenes del piso superior, que se abalanzaron sobre ella y la amenazaron: «Colabore y no le pasará nada».
Uno de los hampones blandía un cuchillo y a empujones la introdujeron de nuevo en su habitación y la obligaron a tumbarse en la cama. Acto seguido intentaron atarla con una camiseta. En ese momento vieron algunas joyas que la señora llevaba encima y se las arrebataron violentamente, al tiempo que registraban cajones y armarios en busca de más alhajas.
Uno de ellos le indicó que querían el dinero de la caja fuerte, pero la anciana les respondió que la llave la tenían sus hijos, así que no pudieron abrirla. Finalmente, los dos hampones la obligaron a firmar dos talones bancarios en blanco y la dejaron maniatada, mientras ellos continuaban registrando la casa.
Sin teléfono
Antes de desaparecer, le advirtieron que no intentara pedir ayuda, porque le habían cortado el teléfono, y la mujer permaneció atada e inmovilizada tres horas, hasta las siete de la mañana, cuando consiguió liberarse.
La víctima facilitó las características físicas de los dos delincuentes, ambos de habla castellana, y que portaban pasamontañas cubriéndoles el rostro. Poco después, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença descubrió que dos sospechosos querían cobrar los talones robados en un banco y procedió a su detención.