La Fiscalía pide condenas que suman 90 años de prisión para los padres de un niño al que la madre dejó en coma en una paliza porque no había hecho los deberes. El hombre está también acusado de los mismos delitos, en total doce agresiones al niño, entre las que hay fractura de un brazo, el dislocamiento de un dedo de una mano y un sinnúmero de contusiones. La autora de todos los malos tratos era la madre, pero según el ministerio público el padre conocía los hechos y los consentía. Cada uno de los acusados se enfrenta a una posible pena de 45 años de prisión. El menor había sido adoptado en Rumania cinco años antes de la agresión más grave.
Lo que ocurría de forma habitual en la vivienda se conoció en junio de 2006. Los padres llevaron al niño en coma a urgencias después del incidente más grave. Unas horas antes, según el relato de la Fiscalía, la madre estaba en la casa con el menor y comprobó que no tenía hechos los deberes. Para castigarle le encerró en el cuarto de baño de la vivienda. El niño estuvo ahí diez minutos y cuando volvió no respondió a la petición de explicaciones de la mujer y ésta comenzó a empujarle. A cada golpe, el niño caía al suelo y se daba contra las paredes o el marco de la puerta. La violenta agresión continuó hasta que el niño perdió el conocimiento. Entonces la madre llamó al hombre y ambos acudieron al hospital. A raíz de lo ocurrido, el niño sufre unas secuelas equiparables, según el escrito de acusación a un estado vegetativo. Así, no puede alimentarse sin una sonda, necesita asistencia constante, está ciego y apenas puede responder con gestos de sí o no cuando se le hace una pregunta sencilla.
La Fiscalía señala que los padres cometieron la agresión con los agravantes de alevosía y parentesco y pide que ambos paguen como indemnización al Consell Insular 1,5 millones de euros para asegurar los cuidados al menor. En caso de condena quedarán inhabilitados durante ese tiempo para tener la patria potestad.