La Guardia Civil de la localidad mallorquina de Palmanova detuvo el 2 y el 3 de enero a ocho personas, acusadas de un delito contra la salud pública, un delito de falsificación de documento público y un delito de hurto, desarticulando así un grupo dedicado al tráfico ilegal de medicamentos, que se dedicaba a sustraer las recetas originales con sellos de médicos de varios centros de salud, para, posteriormente, ser firmadas y rellenadas de forma ilícita culminándose así su falsificación.
En un comunicado, la Benemérita ha explicado que, una vez falsificadas las recetas, este grupo las canjeaba por medicamentos originales en más de un centenar de farmacias de toda Mallorca, de modo que, tras obtener el fármaco, era introducido en el mercado negro, donde su precio se revalorizaba.
La Guardia Civil ha señalado que la 'Operación Boticario' se puso en marcha el pasado mes de noviembre, cuando en un control rutinario policial, se detectó un vehículo en el que varios de los ahora detenidos portaban gran cantidad de recetas y medicamentos de los que en un primer momento no se pudo determinar su procedencia.
Así, ha apuntado que lo que en un principio parecía un pequeño hurto, levantó las sospechas de los investigadores, que iniciaron una investigación ante la posibilidad de estar ante un entramado dedicado al tráfico de medicamentos.
Tras más de tres meses de investigaciones, se pudo desvelar la trama y descubrir su forma de actuación, de manera que este grupo venía actuando desde hace varios años con el mismo 'modus operandi'.
Para la adquisición de las medicinas en las oficinas de farmacia, se valían principalmente de toxicómanos que encajaban perfectamente con la edad del paciente y que por su perfil no levantaban ningún tipo de sospechas.
Los puntos de venta más frecuentes eran las zonas próximas a los Centros de Ayuda a la Drogadicción (CAD), en los que los detenidos se valían de toxicómanos que hacían de intermediarios en la venta de los medicamentos adquiridos y a los que pagaban en especias con fármacos o droga.
Debido a la gran actividad de los detenidos, la Guardia Civil estima que la cantidad de recetas falsas introducidas es muy elevada. En los registros realizados en los almacenes del Servicio de Farmacia se han podido incautar más de 1.200 recetas introducidas ilícitamente, las cuales han reportado un gasto aproximado a la Seguridad Social de 14.000 euros, mientras que otras mil han sido localizadas posteriormente, por lo que la cantidad defraudada podría ascender a la cantidad de 25.000 euros.
Durante esta operación, se efectuaron dos registros en Palma, donde la Guardia Civil recuperó más de 1.400 comprimidos y 550 recetas listas para ser canjeadas en oficinas de farmacia, cuyos beneficios para los presuntos responsables de la organización podría ascender a la cantidad de 40.000 euros.
En esta operación han participado el Grupo de Investigación y el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Palmanova, que han contado con la colaboración del Servicio de Farmacia del Servicio de Salud del Govern.