Sin respiro. La Policía Local de Palma continúa con el acoso y derribo a los conductores ebrios y en la medianoche del domingo al lunes montó un espectacular control en la Plaza de las Columnas, que se saldó con tres detenidos y numerosos vehículos interceptados.
A las doce de la noche, varias patrullas llegaron por sorpresa a la rotonda de Francisco García Orell y colocaron varios letreros que anunciaban: «Control policía», al tiempo que advertían a los conductores de que la velocidad máxima permitida en ese tramo era de 20 kilómetros por hora. En este tipo de controles, donde las señales luminosas de los coches patrulla se pueden detectar desde muy lejos, suelen provocar una situación curiosa: muchos conductores que se dan cuenta del operativo giran por la primera bocacalle que pueden, para eludir a los agentes.
Sin embargo, el cuartel de San Fernando ya había previsto esta circunstancia y como precaución habían colocado a un motorista del Cuerpo en las inmediaciones, oculto y listo para salir detrás de los conductores sospechosos. A los que intentaban saltarse el control con esta artimaña, les interceptaba segundos después este funcionario, que les obligaba a entrar en la rotonda vigilada.
Tres detenidos
El dispositivo de la Unidad Nocturna se prolongó hasta las dos de la madrugada y se saldó con tres conductores detenidos: dos por circular con una tasa de alcohol en la sangre muy superior a la permitida y otro por carecer de carnet de conducir. En los últimos meses el cuartel de San Fernando ha detectado un aumento en el número de jóvenes -y no tan jóvenes-, que se suben al coche bebidos, por lo que está previsto potenciar los controles diurnos y nocturnos.