La Fiscalía pide una condena de diez años de prisión para un hombre de nacionalidad ecuatoriana por intentar violar a una compañera de piso. En la vivienda, situada en la calle Ferrer de Pallarés de Palma residían dos matrimonios con hijos. En julio de 2007, según el ministerio público el acusado entró en la habitación en la que estaba la víctima y tras decirle «hagamos el amor» intentó forzarla. Ante la resistencia de la mujer, la acusación sostiene que comenzó a darle puñetazos en la cara y golpes en el resto del cuerpo hasta que, según las preguntas realizadas ayer por la fiscal, la hija de la mujer oyó lo que ocurría y avisó a su padre.
En su declaración, el acusado dijo que solo cogió del hombro a la mujer porque ésta había bebido y estaba asomada a una ventana. Señaló que el marido se había quedado dormido después de haber tomado cerveza desde las diez de la mañana a las ocho de la tarde y que la hija interpretó mal lo que vio.
Culpa al marido
Esta versión de lo ocurrido es la primera vez que la da el acusado a la hora de negar los hechos. Al ser preguntado por las heridas que tenía la víctima en la cara y el cuerpo, culpó de las mismas al marido. «Comenzó a gritarla, la agarró y se la llevó a la habitación».
El juicio no pudo concluirse ayer, dado que la víctima no compareció y ha sido citada para dentro de un mes para que ratifique la denuncia que realizó. La Fiscalía pide la condena del acusado por un delito de agresión sexual y una falta de lesiones. Además pide que indemnice con diez mil euros a la víctima.