Buena parte del colectivo de los Bombers de Palma se manifestó ayer por la mañana en la Plaça de Cort, para expresar a los responsables políticos y a sus mandos «el creciente malestar que se respira en el Cuerpo». Los bomberos intentaron leer un manifiesto durante el pleno que se celebró ayer en el Ajuntament, pero no pudieron hacerlo al no figurar su intervención en el orden del día. Finalmente, la lectura del escrito de protesta se hizo frente al Consistorio.
En primer lugar, los Bombers lamentan que el comportamiento del Ajuntament hacia las familias de dos compañeros fallecidos -Miquel Ballester en unas prácticas en Catalunya y Alejandro Ribas, en un incendio en Palma-, no ha sido el más adecuado. En este sentido destacan que la indemnización del seguro por defunción en acto de servicio de un bombero es «ridícula y se debería mejorar».
Servicio
Después afirman que el servicio está «en un serio desamparo desde hace tiempo» y «la falta de planificación influye negativamente en el desarrollo de las funciones». Por ello piden un «profundo cambio en la gestión del Cuerpo, con un modelo de formación efectivo y continuo».
Respecto a las críticas del servicio, el regidor de Seguridad Ciudadana, Antonio Donaire, manifestó que el equipo de gobierno «tiene el presupuesto hipotecado porque tiene que pagar más de 200.000 euros al mes durante 30 años para pagar el nuevo parque de bomberos», e «intentamos sobrevivir al modelo heredado, que no es el nuestro, por lo que no tenemos un modelo liberado para hacer nuestras inversiones».
Sobre la formación, manifestó que este año se han hecho «más de 60 cursos de formación y más de 240 entre 2007 y 2010».
Por otro lado, el pleno del Ajuntament, por unanimidad, aprobó ayer conceder una ayuda de 35.000 euros para la viuda y el hijo del bombero Alejandro Ribas, para hacer frente a la precaria situación económica ocasionada por su muerte en acto de servicio durante la extinción de un incendio en un bar de Palma.