Los equipos de salvamento anunciaron ayer que no entrarán a rescatar a los 29 mineros atrapados en Nueva Zelanda, hasta que confirmen que el gas dentro de la galería no es un riesgo.
«No pondré a mi gente en peligro hasta que estemos seguros de que no vaya a haber explosiones», indicó el director del servicio nacional de emergencias, Trevor Watts, quien recordó que para él los trabajadores son «como hermanos».
Watts dijo que sus equipos están listos para bajar a la galería en cuanto sea posible y en cuanto los análisis confirmen que el gas no es peligroso.
Mientras tanto, uno de los supervivientes declaró que él se salvó porque llegó tarde al trabajo y no había descendido a la misma profundidad que la mayoría de sus compañeros cuando ocurrió la explosión del viernes.
Russell Smith también afirmó que hubo varios estallidos. «Las explosiones se fueron sucediendo una detrás de otra, así que me agaché para protegerme de los escombros», señaló Smith a la televisión neozelandesa.