Con 86 años, Miquel Llodrà se ha convertido en el preso más veterano de la cárcel de Palma. El presunto homicida de Pollença pasó su primera noche en la enfermería del centro penitenciario y no está previsto que sea cambiado de módulo.
Las fuentes policiales consultadas indicaron que el ex traductor de la ONU acusado del homicidio de Anne Wanjiru no tiene contacto «normal» con el resto de presos y que se encuentra en una situación «un tanto aislada», debido sobre todo a su edad. Está previsto que continúe en la enfermería y ayer comenzaron los exámenes médicos y psicológicos para determinar cuál es su estado físico y mental real.
También un educador y un trabajador social se entrevistarán con él, como parte del protocolo que se lleva a cabo con cualquier nuevo interno que llega al centro.
Tranquilo
Las mismas fuentes añadieron que Llodrà, de momento, se encuentra tranquilo y que el personal de la prisión lo vigila muy de cerca ya que su avanzada edad le podría pasar factura en su estancia entre rejas.
En cualquier caso, todo parece apuntar que no lo mantendrán en prisión por mucho tiempo, ni tampoco hasta que se inicie el juicio por la muerte de la inmigrante keniata. Sus abogados pidieron que no ingresara en la cárcel y que se adoptaran otro tipo de medidas cautelares contra él. La jueza de Inca, empero, no aceptó la petición.