La Audiencia Provincial ha absuelto a cuatro guardias civiles a los que un detenido acusaba de haberle roto la mandíbula tras ser detenido en un pub de Lloret. La sentencia considera que no existen pruebas de que las heridas que presentaba el detenido hubieran sido causadas por los agentes que realizaban una operación antidroga en la zona. El fallo judicial sí condena por narcotráfico al detenido y le condena a tres años de cárcel por este delito y a otro medio año por resistirse de forma violenta a la detención.
Lo noche del 22 de abril de 2006, los agentes entraron en un pub y fueron hacia el otro acusados al ver que tiraba una pequeña bola de plástico al suelo. El objeto resultó ser cocaína, por lo que sacaron al exterior al hombre, que estaba ebrio. Al salir, éste empujó a los agentes y hubo un altercado, en la que cayeron al suelo y el detenido se golpeó contra una acera. Más tarde, el acusado se partió la mandíbula sin que, según la sentencia, pueda acreditarse que fueron los agentes.
La sentencia se basa en las declaraciones contradictorias de todos los acusados y en el hecho de que el 'narco' dijera que le pegaron en el baño del local y que nadie de los presentes cuando salió apreciara una lesión de esa gravedad. Además, tras salir pidió ayuda a la Guardia Civil, algo inexplicable si le acababan de golpear, según señala la sentencia. Uno de los agentes que estaba en la casa cuartel achacó el golpe a que el detenido iba borracho y se golpeó contra la taza de un retrete.