Se llama Alex y es chófer de autobús. Recientemente estaba cubriendo la ruta 102, es decir, la que cubre Palma y el Port d'Andratx, cuando una discusión intrascendente con una pasajera acabó con una agresión en toda regla.
«Estaba en la parada de Palma y se presentó una madre con un niño pequeño y la abuela de la criatura. Le comenté que para poder subir tenían que plegar el cochecito y coger al pequeño en brazos», relata Alex.
«La mujer no estaba conforme y me comenzó a gritar e insultar. Me decía una y otra vez que le abriera la puerta de detrás que todos los chóferes siempre lo hacían. Yo le dije que la normativa hay que cumplirla y me negué», añade.
Sin más dilaciones las pasajeras pagaron el billete y se bajaron en la parada de Andratx.
Al parecer, según consta en la denuncia presentada por Alex ante la Guardia Civil, la mujer se fue corriendo a contarle lo sucedido a su marido que regenta un bar en la localidad. «El hombre, todo enfurecido me cogió por el cuello y me agredió. Menos mal que había testigos y me ayudaron», concluye. Los hechos han sido denunciados.